OBJETO TRANSICIONAL

En psicología un objeto transicional es un objeto material en el cual el niño/a  deposita cierto apego, es por ejemplo un muñeco de peluche o un trapo que tiene funciones psicológicas importantes, sobre todo al ir a dormir, cuando se está solo, en otros momentos de inquietud. Surge como un objeto que suple ciertas funciones de la madre cuando esta se encuentra ausente. Constituye una fuente de placer y de seguridad para el niño/a que suele apretarlo, tenerlo cerca y hablarle. Permite constituir un área intermedia entre él mismo y otra persona o entre él mismo y la realidad. El objeto transicional es a la vez objetivo y subjetivo, objetivo porque se constituye sobre un objeto real, subjetivo porque se le dan y atribuyen funciones en el campo de la imaginación. Esta noción fue introducida por el psicoanalista Winnicott.

Este objeto es la primera posesión “no-yo” del niño, un objeto material que celebra el vínculo con el mundo exterior, que anima a vincularse con el mundo aceptarlo y reconocerlo como real. Este objeto (una manta, un peluche, una pieza de tela, de lana o el canto de arrullo) se utiliza y finalmente, cuando el niño lo cree conveniente le abandona. Éste es un objeto externo que le es realmente suyo, el primer símbolo que crea para auxiliarse a entender que mamá es “otro” aparte de él. En el curso del desarrollo normal, una vez que el niño logra separarse y diferenciarse de la madre, el objeto es abandonado, mandado al olvido y el niño será capaz de desprenderse de él.

Es necesario recalcar la importancia de este objeto, incluso los padres de manera intuitiva parecen comprender lo importante que es, lo respetan y no hacen preguntas sobre su “origen” o función, entienden que no hay que lavarlo aunque esté sucio y huela mal, saben que será el acompañante de los viajes y salidas familiares, puesto que el niño lo lleva a todos lados como si fuera una parte de él mismo, necesario para ampararlo en distintos momentos. Este objeto es sólo suyo y no puede ser modificado, lavado o “mejorarlo”, es este objeto blanco de mimos y caricias, pero también de hostilidad que el niño ejerce sobre él. Es estrictamente necesario que este objeto “aguante” las descargas afectivas del niño, las experiencias de amor y odio que acompañan todo vínculo posterior.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para obtener estadísticas sobre los hábitos de navegación del usuario, mejorar su experiencia y permitirle compartir contenidos en redes sociales. Usted puede aceptar o rechazar las cookies, así como personalizar cuáles quiere deshabilitar. Puede encontrar toda la información en nuestra Política de cookies
×

Privacy Overview

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el sitio web. De estas, las cookies que se clasifican como necesarias se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de rechazar estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.

Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.

Las cookies que pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos personales del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados se denominan cookies no necesarias. Es obligatorio solicitar el consentimiento del usuario antes de ejecutar estas cookies en su sitio web.