¡Hola familias!
Hoy os presentamos una actividad segura y creativa para experimentar con colores, sabores y texturas. A la que, si además les proporcionamos esponjas, hilos, trapos o cualquier otro elemento para pintar y estampar en el papel, ¡se lo pasarán en grande!
Materiales:
- Leche condensada
- Colorantes alimentarios
- Opcionales: especias, aromas, purpurinas comestibles…
Cómo hacerlo:
- Mezclamos la leche condensada con los colorantes alimentarios que hayamos elegido sin abusar de ellos. Debido a que podemos mancharnos, es recomendable hacer este paso con ropa que no importe estropear.
- Para que la pintura tenga brillo podemos agregar un poco de purpurina comestible.
- Si queremos añadir sabores a la pintura, podemos poner un poco de canela o vainilla, por ejemplo. De esta manera los niños/as podrán también experimentar diferentes sabores y asociarlos a los colores.
- La pintura comestible para bebés debe ser fluida, y según vayan creciendo podemos ir haciéndola más espesa para que cubra más.
¡Esperamos que lo disfrutéis y os resulte útil!