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Abr
08

ORGANIZAR UNA BÚSQUEDA DEL TESORO EN CASA

A todos grandes y pequeños nos encanta buscar… ¡y encontrar tesoros! Os proponemos un juego divertido, transformando a toda la familia en un grupo de exploradores o piratas que buscan un tesoro perdido.

¿Cómo organizar esta experiencia? Aprovechando cartón, telas, paños y pequeños objetos que toda la familia daba por olvidados…

·         Con paños y pañuelos prepara los complementos perfectos para ser un pirata: pañuelo al cuello o cabeza; parches…

·         Con cartón realiza pequeñas espadas y catalejos de pirata…

·         Para la bandera, recupera aquella sábana vieja olvidada al fondo del cajón, cortadla y decoradla entre todos con rotuladores.

·         Para el tesoro o tesoros, utiliza un pequeño joyero y rellénalo de pequeños objetos que seguro dabais por olvidados: una chapa, unos pendientes, pequeños muñecos de goma, unos cascabeles, tarritos de colonia, flores secas e incluso, algunas fotos de familia…

·         Prepara un divertido pergamino escribiendo un mensaje misterioso (como si fuera de un viejo pirata desaparecido) y con un mapa que represente las estancias de la casa.

¿Cómo esconder el tesoro y preparar las pistas?

Por la noche o durante la hora de la siesta de los pequeños, prepara y esconde las pistas y el tesoro de forma que al día siguiente podáis dar comienzo a vuestra jornada pirata.

Prepara las pistas con acertijos relacionados con diferentes lugares de la casa y pégalas con celo en casa localización (de forma que queden un poco escondidas). A continuación, te presentamos algunas propuestas de localización:

·         En la puerta del congelador o dentro de un tupper en la nevera

·         En el cajón de sartenes y cazuelas (dentro de una de ellas)

·         Pegado a una tableta de chocolate o caja de cereales

·         Dentro de la lavadora

·         Pegado en el mando de la televisión o consola.

·         Entre el protector y la Tablet que utilice más la familia.

·         En la esquina de alguna ventana, la pista tendrá que estar muy dobladita.

·         Debajo de algún cojín del salón o habitación, con diseño diferente.

·         En el pie de alguna lámpara de casa.

·         En el interior de algún atlas o libro/cuento de aventuras

·         En un plástico, dentro de algún bote de jabón transparente.

·         Pegado detrás de un reloj despertador…

·         En el borde de alguna puerta

Organiza en el salón el campamento pirata, para terminar el día de una forma especial y divertida:

·         Con una manta y unas sillas prepara una cueva.

·         Para el suelo de la cueva, coloca una alfombra o edredón y ten preparado algún colchón para dormir allí también.

·         Equipa esta cueva con lo necesario para “la supervivencia de la tripulación”: palomitas, cuencos con fruta, agua o refrescos (un día es un día), una cena especial de picoteo, cojines…

·         Ten preparadas linternas y alguna historia que encuentras en internet, sobre piratas y exploradores, para contarles por la tarde / noche.

·         Por supuesto, a una aventura de este calibre, no le puede faltar una buena banda sonora de película: hazte con algunas canciones de “Piratas del caribe” o similar, para ambientar mejor todo el juego.

¿te atreves a crear esta aventura? Puedes pedir ayuda a tus hijos e hijas mayores, para preparar las pistas y transformándoles en los capitanes de expedición.

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Abr
07

Provocación con materiales cotidianos

 

Explorar objetos es algo que los niños realizan de forma innata. Los cogen, miran, huelen, mueven de un lado a otro, se los llevan a la boca, los golpean, dejan caer, apilan…de este modo registran a través de los sentidos  las diversas informaciones y comienzan interpretar  cada experiencia. 

Hoy os hacemos una propuesta de juego  sencilla pero que seguro gustará y sorprenderá a nuestros pequeños.

Seleccionad  algunos objetos cotidianos de casa y fijadlos al suelo o en una pared con celo o cinta de carrocero. ¡Sin que os vean hacerlo!.
Pueden ser por ejemplo una cuchara, un peine, las llaves, una fruta, una bandeja, pajitas o algún juguete suyo.

Al descubrirlos querrán cogerlos y ante la dificultad  investigará la forma de conseguirlo: lo intentará arrancándolos con fuerza o empleándose minuciosamente en la tarea de despegarlos.

Descubrirá que  algunos objetos se desprenden con mayor facilidad que otros, quizá algunos materiales se estiren, rompan o deformen como las pajitas, los objetos de tela o el cartón…    

Permaneced cerca de ellos disponibles pero dejando que sean ellos los que tomen la iniciativa de juego, manipulen y descubran libremente.

¡Seguro que pasarán un rato muy entretenido!

Podéis repetir la actividad otro día renovando  los materiales o presentándolos en otro espacio para mantener el factor sorpresa.

 

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Abr
06

EL LIBRO DE LOS CULITOS

Hoy os presentamos el cuento "EL LIBRO DE LOS CULITOS" escrito por Guido Van Genechten de la editorial SM.

Un divertido cuento recomendado para niños a partir de los dos años que en pocas páginas combina acertadamente la intención didáctica de aprendizaje de conceptos elementales como formas, tamaños y colores, el propósito educativo de que los pequeños se familiaricen con el hábito de usar el orinal y la propuesta lúdica, con una secuencia de situaciones en la que los textos e imágenes llamativas hilan un argumento eficaz.

Los niños acompañarán a su protagonista Juan, que con ayuda de sus padres, está intentando aprender a controlar sus esfínteres y disfrutarán viendo  aparecer  diferentes animales, unos con culitos más grandes y otros con culitos más pequeños que animarán a Juan a lograr su propósito: hacer pis en el orinal.

Una de nuestras compañeras de WorkandLife ha querido compartir con todos la narración de este bonito cuento, os dejamos el enlace para que podáis acceder a él.

¡Esperamos que os guste!

 

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Abr
04

MARIONETAS

Una actividad que siempre funciona con los niños de todas las edades son las marionetas. Así que…desentierra de la cocina aquellos utensilios de madera que no utilizas o que estás pensando tirar y dales una segunda vida con tu hijo/a. 

Esta actividad es apta para todas las edades, según el nivel de complejidad de los complementos a realizar, además para los más mayores se les puede proponer que además creen un teatro e incluso en guion de una obrita para que la representen para la familia.

 

 

¿qué materiales necesitaremos?

•       1 cuchara o espátula de madera

•       Las plantillas de ojos y cuerpitos que te adjuntamos

•       Lana

•       Rotuladores o lapiceros de colores

•       Tijeras y pegamento

•       Carpetas clasificadoras de acetato o plásticos de colores

 

¿cómo se hace?

1º      Imprime y colorea las plantillas de los personajes que quieras realizar

2º      Pinta con témpera la cuchara (si tu personaje lo requiere)

3º      Recorta las figuras y pégalas en la cuchara. Para recortarlas puedes poner otro folio debajo de la plantilla y recortarlo a la vez de esta forma puedes pegar las dos partes con el palo de la cuchara por dentro, de forma que la marioneta quede más resistente.

4º      Coge varios flecos de lana (según la longitud de pelo que desees para tu personaje) y anúdalos en la mitad. Pégalos en la parte superior y recorta si lo desees flequillo o hazle trenzas.

5º      Puedes transformar a tus personajes, añadiendo complementos como, por ejemplo, el plástico de las típicas carpetas o fundas de acetato. Las puedes pegar con cola o con ayuda de un adulto colocando una chincheta.  También puedes crear complementos como gorros o gafas… antenas con cartulina, telas… tapones…

 

Dadle rienda suelta a vuestra imaginación y cualquier material puede valer por ejemplo los siguientes:

·         Papel albal para crear el traje de un astronauta o la armadura de un caballero medieval

·         Film transparente para recrear al emperador y representar “el traje nuevo del emperador”

·         Tiras de papel higiénico para hacer una momia…

·         Telas variadas para hacer todo tipo de vestuario

·         Cartón para hacer elementos como coronas, bandas, espadas…

 

Cread todos los personajes que deseéis, los fondos de los escenarios y preparaos para una tarde llena de teatro y divertidas historias en un rincón de casa que adornéis como un teatrito ambulante.

¡a divertirse!

 

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Abr
03

EL RATÓN QUE QUERÍA UN PALACIO

Hoy os presentamos un cuento que seguramente no conozcáis (si lo conocéis enhorabuena, porque es una joya).  No es el típico cuento que se ve en las escuelas y la editorial es un proyecto pequeño llamado “libros de las MALAS COMPAÑÍAS” creada por una madre (la conocida cuentacuentos y editora Ana Griott) y su hija Anaïs González Herreros.

 

 

Y si no es conocido… ¿por qué lo presentas? Por eso, para aprovechar estos días y descubrir cosas nuevas y porque como decía, es una joya que debéis conocer por varias razones:

 

·         Su escritora Charo Pita, ganadora de algunos premios literarios y escritora de numerosos títulos infantiles publicados a varios idiomas. Es además actriz y narradora, por lo que sus cuentos están pensados y escritos para ser contados oralmente, cumpliendo con todas las características para facilitar las historias como antiguo en las familias: oralmente.

·         Sus ilustraciones cuidadas y elegantes, sin ser demasiado infantiles, acompañan la historia de forma muy visible e identificable para los niños y niñas.

·         La historia resulta un cuento acumulativo precioso que habla del esfuerzo, la perseverancia y del valor que tenemos para los que nos quieren… muy importante en estos días en familia.

·         Por último, como nos gusta a nosotros el cuento va acompañado de una experiencia en familia: ¡una receta de bizcocho para cocinar juntos!

 

Y… ¿por qué una receta de bizcocho? Si lo quieres saber, deberás prestar mucha atención al cuento.

 

Para que sigáis disfrutando en casa os dejamos aquí el texto y ¡sí! La receta del bizcocho... ¿nos contarás cómo queda?

 

El ratón que quería un palacio 

Un día, un pequeño ratón vio a un rey en un palacio. << ¡cómo me gustaría vivir como él! >>, pensó con envidia. Fue así como el pequeño ratón decidió construir su propio palacio.

Lo primero que hizo fue buscar una piedra. Entonces, pasó por allí una hormiga.

- ¿Qué estás haciendo?- preguntó la hormiga.

- Un palacio para vivir como un rey.

- ¡Pobre ratón! -exclamó la hormiga-. Yo soy la reina de mi hormiguero y no necesito un palacio. Y tras decir esto, la hormiga se marchó.

El pequeño ratón encontró una piedra, pero la piedra era muy grande y el ratón muy pequeño. En ese momento, pasó por allí una gallina.

-          ¿qué estás haciendo? - preguntó la gallina.

-          Un palacio para vivir como un rey.

-          ¡Pobre ratón! - exclamó la gallina-. Yo soy la reina de mi corral y no necesito un palacio-Y se fue entre cacareos.

El pequeño ratón continuó con su tarea. Encontró un palo para mover la piedra, pero el palo era muy largo y el ratón muy pequeño. Entonces, pasó por allí un oso.

-          ¿qué estás haciendo? – preguntó el oso.

-          ¡Un palacio para vivir como un rey!

-          ¡Pobre ratón! – exclamó el oso -. Yo soy el rey de mi cueva y no necesito un palacio -. Y, lanzando un gruñido, se internó en el bosque.

Fue entonces cuando el pequeño ratón encontró una escalera para alcanzar el palo, para mover la piedra. Pero no tenía donde apoyarla. Entonces, pasó por allí un cerdo.

-          ¿Qué estás haciendo? - preguntó el cerdo.

-          ¡Un palacio para vivir como un rey!

-          ¡Pobre ratón! Yo soy el rey de mi pocilga y no necesito un palacio… Y tirándose un pedo, el muy cochino se marchó.

El pequeño ratón continuó con su tarea (aunque con algo de dificultad porque, con el tufo…, tenía que taparse la nariz).

Por fin, encontró un muro para apoyar la escalera, para alcanzar el palo, para mover la piedra…

Entonces pasó por allí un caballo.

-          ¿Qué estás haciendo? – preguntó el caballo.

-          ¡Un palacio para vivir como un rey! ¿no lo ves?

-          ¡Pobre ratón, qué trabajo! -exclamó el caballo -. Yo soy el…

-          Tú eres el rey de tu cuadra y no necesitas un palacio … ¡ya me lo sé! – le replicó el ratón.

-          ¡Qué ratón tan listo! – exclamó el caballo y, lanzando un relincho, desapareció al galope.

Cuando se quedó solo, el pequeño ratón miró el muro, la escalera, el palo y la piedra. Tenía hambre y frío.

-          Hoy estoy cansado, pero volveré mañana y acabaré el palacio -dijo. Y enseguida añadió con orgullo -: ¡Pronto yo también seré un rey!

El pequeño ratón echó a correr. No tardo en llegar a casa. Tan pronto como abrió la puerta, sintió el calor de la chimenea encendida.

De la cocina le llegó un aroma delicioso a bizcocho recién hecho. Entonces, escuchó la voz de su madre, que le decía:

-          ¿ya estás en casa, mi rey?

-          Pero ¿cómo? – preguntó el pequeño ratón -. ¿Yo también soy rey?

-          ¡Claro! – respondió mamá ratona-. ¡Tú eres el rey de esta casa!

Y le dio un soberano abrazo…

Aquella tarde, con mucha majestad, el pequeño ratón se sentó en el regazo de su madre a comer bizcocho y a leer cuentos de miedo en un libro de gatos.

 

Fuera quedaron olvidados el muro, la escalera, el palo y la piedra. Y aquel pobre hombre que, para ser rey, necesitaba un palacio. 

 

RECETA DEL BIZCOCHO BUENÍSIMO DE MAMÁ RATONA

 

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